Un suelo que chirría puede ser una molestia, especialmente si tiene niños o mascotas en casa. Es un problema que suele estar causado por tablas sueltas, subsuelos desiguales o falta de lubricación entre las tablas. Afortunadamente, arreglar un suelo que chirría no es tan difícil como parece. En este artículo, le guiaremos a través del proceso de reparación de un suelo que chirría.

1. Identificar el origen del chirrido

El primer paso para reparar un suelo que chirría es identificar el origen del chirrido. Para ello, camine por el suelo y escuche el chirrido. Si el chirrido se produce en una zona concreta, marque el lugar con un trozo de cinta adhesiva o un lápiz. Si el chirrido es más general, puede deberse a todo el subsuelo o a una sección grande del suelo.

2. Acceda al subsuelo

Una vez identificado el origen del chirrido, debe acceder al subsuelo. Esto se puede hacer quitando el suelo, lo que normalmente se hace quitando las molduras alrededor de los bordes de la habitación. Utilice una palanca y un martillo para retirar la moldura, con cuidado de no dañarla.

3. Apriete los tablones sueltos

Si el chirrido se debe a que las tablas del suelo están sueltas, el siguiente paso es apretarlas. Para ello, utilice tornillos o clavos para fijar las tablas al subsuelo. Utilice un taladro para hacer un orificio piloto para el tornillo o clavo y, a continuación, introdúzcalo en el subsuelo. Tenga cuidado de no apretar demasiado el tornillo o el clavo, ya que esto puede hacer que la tabla se parta.

4. Nivele el subsuelo

Si el subsuelo es irregular, puede ser necesario nivelarlo antes de reparar el chirrido. Para ello, añada cuñas o compuesto nivelador en las zonas bajas del subsuelo. Una vez que el subsuelo esté nivelado, puede volver a fijar el suelo al subsuelo con tornillos o clavos.

5. Lubrique las tablas

Si el chirrido se debe a una falta de lubricación entre las tablas, puede solucionarlo utilizando un lubricante como grafito en polvo o polvos de talco. Espolvoree el lubricante entre las tablas y luego camine por el suelo para que penetre en las grietas. Esto debería reducir o eliminar el chirrido.

6. Reinstale el suelo

Una vez que haya solucionado el chirrido, es el momento de volver a instalar el suelo. Utilice una pistola de clavos o un martillo para fijar las tablas al subsuelo y, a continuación, vuelva a colocar las molduras en los bordes de la habitación. Asegúrese de utilizar clavos o tornillos de acabado para fijar la moldura en su lugar.

Conclusión

Arreglar un suelo que chirría es un proceso sencillo que puede realizarse con herramientas y materiales básicos. Si identifica el origen del chirrido, accede al subsuelo, aprieta las tablas sueltas, nivela el subsuelo, lubrica las tablas y vuelve a instalar el suelo, podrá eliminar el molesto chirrido y disfrutar de un hogar tranquilo y apacible. Si no confía en su capacidad para arreglar un suelo que chirría, siempre es una buena idea consultar a un profesional que pueda ayudarle con el trabajo.